El año 1914, Doña Amalia Errázuriz de Subercaseaux regresó de Europa con la idea de fundar la Cruz Roja, de acuerdo al ejemplo y lo visto durante la gran guerra de ese año en Italia. Junto al Vicario Castrense Don Rafael Edwards, la Sra. Amalia Valdés de Huidobro, la Srta. Lucha Larraín y la Sra. Marta Walker fijaron las bases para la creación de la Cruz Roja, haciendo un llamado por los medios escritos de la época a la inscripción de socias. La idea tuvo gran aceptación, inscribiéndose en una primera instancia más de 500 socias voluntarias.